Chile debe volver a la normalidad pese al COVID-19
Chile aún no ha alcanzado el pico de contagio, que se espera para fines de abril
Chile debe empezar a prepararse para vivir una “nueva normalidad” a pesar del coronavirus, lo que implica retornar gradualmente a clases y al trabajo presencial pero con estrictas medidas sanitarias, dijeron el lunes las autoridades.
“Tenemos que ir retomando esta nueva vida”, sostuvo la subsecretaria de Salud, Paula Daza, en sintonía con el presidente Sebastián Piñera, quien el domingo por la noche indicó que hay que alistarse “para esta nueva normalidad, en que deberemos vivir con el coronavirus entre nosotros por un período que estimamos en hasta dos años”.
Daza agregó que desde la llegada del virus a Chile el 3 de marzo -que al momento ha dejado 10.507 contagiados y 139 fallecidos- la tasa de contagio de una persona a otra ha bajado de 2,6 a 1,3.
Chile aún no ha alcanzado el pico de contagio, que se espera para fines de abril y comienzos de mayo.
Retornan a su país 450 bolivianos que estaban varados en Chile
Por su parte, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador condenó que grupos del crimen organizado repartan ayuda y productos de primera necesidad, pero reconoció que este tipo de prácticas son inevitables.
Que los carteles repartan dinero, ayuda o juguetes en Navidad no es nada nuevo en México, donde es habitual que se presenten en sus feudos como benefactores de los ciudadanos para garantizarse cierto apoyo social.
En medio de la pandemia la situación se ha repetido. Primero fue en Tamaulipas -en la frontera noreste del país- donde las autoridades investigan el reparto de cajas de alimentos con letreros del Cartel del Noreste, lo que queda de los sanguinarios Zetas. Lo mismo pasó en Sinaloa, en el Pacífico, donde también se constató en las redes sociales el reparto de cajas con ayuda y con el retrato del líder del cartel pintando en ellas.
Aunque el gobierno federal de México todavía no ha decretado el aislamiento social obligatorio, gobernadores de tres estados —Jalisco, Michoacán y Sonora— ya pusieron en vigor estrategias más agresivas para restringir la movilidad de sus ciudadanos.
Hasta el domingo por la noche, México tenía 8.261 casos confirmados y 686 decesos.
En El Salvador el gobierno de la capital ordenó un cordón sanitario en el centro histórico durante 48 horas, limitando el movimiento y la permanencia de personas en la zona para evitar la propagación del virus. Unos 100 policías y soldados apoyados por elementos de la policía municipal permanecen en el lugar.
En tanto, en otras ciudades del país se ha restringido el tránsito vehicular y se hacen trabajos de desinfección de las calles mientras se regula el acceso a los mercados para mantener el distanciamiento social.
En El Salvador se han reportado 218 contagios y siete muertos.
Por su parte, la cámara de Diputados de Bolivia, dominda en su mayoría por el partido del expresidente Evo Morales, tras un largo debate aprobó una ley en la que han suavizado las medidas a personas que incumplan la cuarentena y anuló dos artículos en los que se pretendía sancionar excesos de policías y militares en el control de la cuarentena. El gobierno rechazó fuertemente ese proyecto.
Mientras, las autoridades de Salud informaron que la región amazónica de Beni reportó sus primeros dos casos, con lo que los contagios ha llegado a las nueve regiones del país con 564 y 34 fallecidos.
En Ecuador se han registrado 507 fallecidos a causa del COVID-19 y 10.128 contagiados, de los cuales 1.150 recibieron el alta hospitalaria. La provincia de Guayas sigue siendo el epicentro de la pandemia en el país con 6.921 casos.
En Colombia, donde hay 3.977 contagios y 189 fallecidos, el presidente Ivan Duque anunció que después del 27 de abril, cuando podría suavizarse la cuarentena obligatoria, continuarán cerrados los aeropuertos para vuelos internacionales y pasajeros hasta nueva orden.
Actualmente, el aeropuerto se mantiene abierto para recibir vuelos humanitarios con colombianos que quedaron varados tras el cierre de fronteras. Se calcula que unos 3.000 nacionales siguen fuera.
Por la noche, el mandatario informó que la cuarentena se prologará hasta el 11 de mayo, aunque a partir del 27 de abril se volvería gradualmente a trabajar en sectores como construcción y manufacturas.
Desde Centroamérica, Panamá prorrogó por 30 días más, a partir del miércoles, la suspensión de llegada y salida de vuelos internacionales. LAs excepciones son los vuelos humanitarios y de carga de productos alimenticios y médicos, dijo en un comunicado la Autoridad Aeronáutica Civil de Panamá.
Panamá es considerado uno de los puntos más importantes de trasbordo de carga y de pasajeros en la región. Su medida tiene un fuerte impacto en su industria de aviación comercial. Su aerolínea Copa, por ejemplo, aporta alrededor del 14% del PIB del país y genera cerca de 240.000 empleos. Hasta el lunes el país registraba 4.318 personas con la infección y 136 fallecidos.
Cuba, a su vez, inició la semana con 1.051 infectados y 36 fallecidos. En la isla continúa el aislamiento social –aunque no obligatorio--, y una restricción paulatina de movimientos y actividades en localidades donde se detectan más contagios.
Además, las autoridades dispusieron una prórroga en la suspensión de las clases que debían retomarse este lunes y se continuarán emitiendo por la televisión estatal.
Paralelamente llegó a Honduras un grupo de médicos enviados por Cuba como parte de su programa de cooperación. Más de 20 brigadas se trasladaron en el último mes a países como Italia, Andorra, Catar, Venezuela y Jamaica para apoyar a los sistemas de salud locales.
Por la noche, Venezuela reportó 275 contagios y diez fallecidos.
En América Latina hay al menos 98.500 contagios y 4.800 fallecidos.
El coronavirus ha infectado a más de 2,4 millones de personas y causado la muerte a más de 169.000 en todo el mundo, según el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las autoridades de salud de cada país.
En la mayoría de la gente este virus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. Pero en algunas personas, sobre todo los adultos mayores y quienes padecen trastornos de salud subyacentes, puede causar enfermedades más graves e incluso la muerte.