Alejo: 'Lara Gut tiene mucha determinación; es muy profesional y exigente'
Adrian R. Huber
Madrid, 6 feb (EFE).- El técnico de Lara Gut, ganadora de la Copa del Mundo de esquí alpino 2015-16 y que esta temporada -con cuatro triunfos- va segunda en la general de la competición, es español. El granadino José Luis Alejo, de 44 años, dirige a la campeona suiza, que será una de las grandes atracciones en los Mundiales del deporte rey invernal, que arrancan el lunes en Cortina d'Ampezzo (Italia).
En una entrevista con la Agencia EFE antes de partir hacia la estación de los Dolomitas que albergó los Juegos Olímpicos de invierno de 1956, Alejo comenta cómo ve a Gut, cuáles son sus objetivos en los Mundiales de Cortina y qué objetivos se marca junto a la estrella helvética.
Pregunta: ¿Cuándo se produjo su primer contacto con Gut? ¿Cómo fue ese primer contacto que derivó en que usted se convirtiera en su técnico?
Respuesta: Fue hace dos años, cuando yo aún estaba con el equipo femenino de Canadá; con las que hacían eslalon, como Erin Mielzynski y (Laurence) St-Germain. Recuerdo que en República Checa se me acercó, entre manga y manga, y me dijo que necesitaba nuevos estímulos.
Me lo pensé un tiempo, valoré las cosas y me decidí. Canadá también me ayudó, porque aún tenía un año más de contrato con ellos. Entendieron que era una oportunidad para mí y no pusieron problemas. Así se gestó todo. Y ésta ya es mi segunda temporada con Lara.
P: A estas alturas no vamos a descubrir a Lara Gut. Pero ¿se puede decir que está viviendo una segunda juventud con usted como técnico?
R: La verdad es que su repunte coincidió, pero nadie duda de su gran calidad. Uno escuchaba cosas de ella; que había perdido la motivación y todo eso... era un reto enorme y me apetecía. Pero no todo fue coser y cantar desde el principio. La temporada 2019-2020 empezó regular; pero trabajamos con ganas y poco a poco fueron llegando los resultados.
Ella ordenó cosas, dio prioridad a otras y estaba de acuerdo con asuntos que yo le decía. Yo tenía experiencia de trabajo con otras deportistas, digamos, no tan jóvenes. Y como yo dependo de la Federación Suiza, pero quieren que trabaje sólo con ella, hemos ido plasmando cosas. Luego, obviamente, también está el 'feedback' (retorno, re-alimentación) que me da ella. El 'feedback' es oro.
Y ella tiene mucha experiencia. En la última carrera, en Garmisch (donde Gut ganó ambos supergigantes, para elevar a cuatro su nómina de triunfos este curso: todos en esa disciplina) no tardó más de veinte minutos en reconocer pista. Otras emplean toda la hora entera. Pero Lara es un torbellino.
P: Ya es segunda en la general de la Copa del Mundo, a 52 puntos de la líder, la eslovaca Petra Vlhova; y es candidata a volver a ganarla. Y ahora llega a tope a los Mundiales, en los que, aparte de ser teórica favorita en el supergigante, también puede aspirar a medalla en descenso y gigante. ¿Va a por todo, esta temporada?
R: Sinceramente, no tenemos un objetivo claro. Trabajamos día a día. Al haber ganado dos descensos la temporada pasada, empezamos bien ésta. Y el objetivo era seguir con la dinámica. Lo era y lo es. No hay una idea concreta; igual soy muy inocente, pero nunca pensé en Globos (de Cristal) de alguna disciplina o de la general.
Lo que deseo es que sea buena deportista, que esté saludable, que nos respeten las lesiones... eso es lo que me marcó. Me da 'yu-yu' pensar en objetivos concretos. Hay que ir escaloncito a escaloncito.
P: Con cuatro victorias este curso, Lara Gut es la teórica gran favorita al oro en el supergigante. Pero también tiene podios en gigante y en descenso, esta campaña. ¿A cuánto aspira, en Cortina?
R: También hizo podio en el gigante paralelo de Lech (Austria), no nos olvidemos. Pero en principio la idea es hacer el gigante, el supergigante y el descenso. Sinceramente, por la dinámica, el 'súper' sería su prueba más potente. Pero en Cortina ni descarto nada, ni doy nada por hecho. En el descenso tendrá un poco menos de posibilidades que en el 'súper'; y en el gigante un poco menos que en el descenso. Pero habrá que ver qué pasa. Y cómo están las otras.
No hay que ser pretenciosos. Hay que ir poco a poco. Y que venga lo que tenga que venir.
P: ¿Cómo definiría a Lara, tanto personal, como profesionalmente?
R: Buff... personalmente no voy a decir nada, porque eso forma parte del ámbito privado.
Profesionalmente, diré que tiene mucha determinación, algo que complementa con su experiencia. Eso la hace tener un ojo y una intuición especial. Es muy profesional y muy exigente. Y si quiere algo, va a por ello.
P: Gut parece una veterana, pero tiene 29 años. Empezó a brillar muy joven. ¿Cuántos años más se imagina usted a su lado?
R: Vamos año a año. Con la federación suiza, yo firmo contratos anuales. Y con ella aún no he hablado de esto; pero lo más normal sería que, dado que la próxima temporada es olímpica, siguiéramos juntos ese año. Más allá, no sé. No hay nada hablado. Aunque si todo va bien puede que sigamos trabajando juntos.
P: En medio de una pandemia, vivimos tiempos muy difíciles. Raros, en el mejor de los casos. Para usted y para Lara son momentos de alegría, por sus éxitos deportivos, pero no hay público ni afición con los que celebrarlos. ¿Cómo percibe usted todo esto?
R: Pues imagínate, que yo soy del sur, además. Recuerdo la pasada temporada, cuando Lara ganó y todo el mundo estaba gritando, en meta. Ahora te escuchas gritar a ti mismo. Es muy triste, porque pierde un valor enorme. Parece que ha ganado un entreno, en vez de una carrera.
Luego ves que es verdad, que ha ganado una prueba de la Copa del Mundo (Gut cuenta 30 triunfos en la competición de la regularidad). Pero es todo muy enlatado, muy 'light'.
P: Usted fue durante varias temporadas preparador físico de Carolina Ruiz (la única española que ha ganado un descenso de la Copa del Mundo). ¿Sigue en contacto con ella?
R: Sí, sí. Claro. Tenemos muy buen rollo. El otro día paré a verlos a ella, a Andrea (su marido, el prestigioso 'skiman' italiano Andrea Vianello) y a los niños. Y al final me quedé a pasar la noche en su casa. Después de tantos años se crea un vínculo fuerte. Eso no se rompe. EFE