Maestros jubilados piden poder renunciar a seguro de sobrevivencia
El cobro al seguro es de un 3.5% al salario bruto
Cayena González
Docentes jubilados y pensionados del grupo Las Centinelas del Magisterio marcharon ayer desde la puerta de El Conde en la Zona Colonial hasta el Palacio Nacional para entregarle una carta el presidente solicitando poder renunciar al seguro de sobrevivencia.
Un nutrido grupo de jubilados partió a las 11:30 a pie y escoltados por miembros de la Policía Nacional con dirección a la casa presidencia, donde una comisión presentó el documento a una representante del departamento de prensa.
Previo a la marcha el coordinador Rafael Martínez ofreció unas declaraciones a Diario Libre en las que calificó como “abusivo” el cobro realizado por el Instituto Nacional de Bienestar Magisterial (Inabima) por esta póliza. Al beneficiario se le descuenta un 3.5% del salario bruto.
Los jubilados también alegaron que si no tienen parientes que puedan resultar beneficiados con el seguro deberían poder renuncia a este.
Según la Ley No. 451-0 que introduce modificaciones a la Ley de Educación 66-97 sobre pensiones y jubilaciones para maestros, serían beneficiarios de este seguro, el cónyuge, los hijos solteros y menores de 21 años, los hijos con discapacidad sin restricción de edad y los padres del docente asegurado en caso de su fallecimiento.
Inabima
Ante esto, Inabima explicó que anteriormente era permitido renunciar a este seguro, no obstante, fue revocado por el Tribunal Superior Administrativo en 2021, debido a que este beneficio forma parte de la seguridad social, que es un derecho fundamental establecido en la Constitución.
Además, indicó que la desvinculación de este no sería válida por falta de beneficiario, ya que esa situación puede cambiar posteriormente si el asegurado contrae matrimonio, tiene hijos o uno de sus hijos resulta incapacitado.
Asimismo, refirió a que existen antecedentes de sentencia en las que el tribunal falló a favor de parientes de docentes fallecidos que reclamaron este beneficio a pesar de que el asegurado había renunciado a la póliza.
Cayena GonzálezPeriodista, graduada de Comunicación Social en la Universidad Católica Santo Domingo
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