VIDEO | Charco obliga a familias a abandonar sus casas en Sabana Perdida
Moradores de El Manguito quedan incomunicados cuando llueve
Varias familias han tenido que abandonar sus casas debido un charco de agua pluvial que por años ha afectado a moradores de la calle Primera en el barrio El Manguito en Sabana Perdida, en el municipio Santo Domingo Norte, y aunque las autoridades están trabajando en su solución, moradores aseguran que los trabajos marchan lentos.
Inmediatamente se cruza el puente de La Barquita desde Los Mina hasta Sabana Perdida se puede observar el lago verde donde el agua estancada es permanente. Al menos tres viviendas han tenido que ser abandonada por sus propietarios, debido a que el agua las invade.
Debido al tiempo que tiene el charco se ha formado una lama verde por la que, con frecuencia, se caen personas en las contaminadas aguas. La gente se ve obligada a cruzar saltando entre piedras y pedazos de bloquees por la orilla de la vía.
Otros, para entrar a sus casas se ven obligado a colocar piedras y cuando llueve mucho quedan incomunicados. El problema lleva más de 10 años, según los moradores.
Arquímedes Zabala, presidente de la Junta de Vecinos General Gregorio Luperón, explicó que las autoridades de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), en la persona de su director, Felipe Suberví, se ha interesado en la solución del problema y desde hace dos meses se inició la construcción de un sistema de alcantarillado que comenzó desde la orilla del río Ozama que queda a menos de 500 metros del lugar.
“Ya, gracia a Dios, hay esperanza de que el charco se eliminará porque hace como dos meses están trabajando. Lo que pasa es que han encontrado un obstáculo, una roca, pero se está trabajando bien”, dijo.
La situación se ha complicado porque algunas personas construyeron viviendas en el trayecto del desagüe natural del lugar y ahora desde entonces el a agua no tiene por donde circular.
Yudy García, también dirigente de la junta de vecinos, dijo que el charco es un problema porque con mucha frecuencia la gente se cae en esas aguas contaminadas y manifestó que ella misma en una ocasión estuvo a punto de fracturarse la columna al caerse en el lugar.
“Una persona murió y otras han tenido que abandonar sus casas, tienen letreros que se venden, pero nadie las quiere comprar por ese problema, eso afecta tanto a los que viven pro ahí como a los que pasamos por ahí, muchos profesores y estudiantes se han caído ahí.