Un Chanel huérfano de creadora se aferra a sus señas de identidad clásicas
Esta colección no es obra de la saliente responsable de las colecciones, Virginie Viard, sino del equipo creativo de la casa
La última colección de Chanel, que ha desfilado este martes en la Ópera Garnier de la capital francesa con su colección otoño-invierno 2024/25, no es obra de la saliente responsable de las colecciones, Virginie Viard, sino del equipo creativo de la casa.
Tras el anuncio a principios de junio de la salida de Viard (Lyon, 1962), a escasas semanas del inicio de los desfiles de Alta Costura, todo apuntaba a que ella sería la autora de la colección para cerrar con broche de oro su trabajo en Chanel. Finalmente no fue así y la firma no ofreció explicaciones.
Un sonido de campana, señal del inicio de un espectáculo, ha precedido al desfile, en el que se han presentado 46 modelos. Propuestas de chaqueta de seis o cuatro botones, en su mayoría, realizados en 'tweed'; vestidos por encima y por debajo de la rodilla, y faldas, algunas de ellas de tablas.
Las capas, los conjuntos en 'tweed' y los vestidos han sido tres de las propuestas que han guiado la colección, tres grandes clásicos de la marca.
En cuanto a colores, se han visto blancos, negro, en algún caso una combinación de ambos, grises y rosa, entre otros. El dorado también ha hecho acto de presencia en el Garnier. Cuna de la ópera, no podían faltar modelos inspirados en la danza, como una falda amplia, que nos trasladó a filmes como 'El cisne negro' ('Black Swan').
El 'tweed' llega acompañado de brillos, el tul se revela exquisitamente delicado y hay presencia de plumas, en concreto sobre una capa nocturna.
Combinaciones de riquísimos materiales, por tanto y como es habitual, fruto del saber hacer ancestral de los talleres de Chanel, entre los que figuran el plumajero Lemarié, el creador de botones Desrues y el bordador Lesage, entre otros.
Un pase que ha sorprendido en el terreno de los accesorios, al no incluirse ningún bolso, cuando es el complemento estrella en la casa, sobre todo un modelo como el 2:55.
Lo que sí ha sido una constante es el gran lazo de color negro que ha coronado cada conjunto hasta convertirse en el accesorio estrella. En el caso del vestido de novia era blanco.
El hecho de presentar la colección en un lugar como la ópera y para facilitar a los afortunados asistentes apreciar todos y cada uno de los detalles, Chanel había hecho llegar junto a la invitación unos pequeños prismáticos imitación de los antiguos; un objeto que se convertirá sin duda en objeto de colección.
Con este desfile se cierra completamente la era Karl Lagerfeld. Tras su fallecimiento en 2019 las colecciones habían sido obra de Virginie Viard, a la que el legendario diseñador y fotógrafo alemán definía como "mi brazo izquierdo y derecho" y que trabajó con él durante tres décadas.
La segunda jornada de la semana de Alta Costura ha tenido a Chanel como gran protagonista, siendo la única firma en organizar dos desfiles ante la expectación que siempre genera.
Todas las incógnitas están ahora en saber quién será el sustituto de Viard, el nuevo rostro tras las seis colecciones anuales que presenta la 'maison' que fundó la mítica Gabrielle Chanel en 1913.
Se barajan los nombres de Hedi Slimane, a la cabeza del diseño de Celine, Sarah Burton, ex McQueen, o Pier Paolo Piccioli, ex de Valentino. Según fuentes de la firma, "se espera que el fichaje no sea inmediato y que las dos o tres próximas colecciones sigan siendo obra del equipo creativo".