Martín Polanco pide a 2023 posicionar la "marca latina" en el mundo de la moda
El diseñador dominicano espera que el 2023 sea el año en el que la "marca latina" se posicione a nivel internacional a través de la chacabana
El diseñador de moda dominicano Martín Polanco espera que el 2023 sea el año en el que la "marca latina" se posicione a nivel internacional a través de la chacabana o guayabera, camisa típica confeccionada en lino o algodón que en el Caribe se usa como vestimenta de etiqueta.
Al igual que los diseñadores de Milán, de París o de Nueva York, "nosotros también tenemos que tener creaciones que nos representen como latinos, por eso yo estoy apostando por la ropa caribeña" y por el proyecto "La vuelta al mundo en Chacabana" que lanzó este verano, dijo Polanco en declaraciones a Efe.
El creador, que se ha hecho un nombre en Nueva York y tiene una fiel clientela, desea que, en la época veraniega, "en todo el mundo se use esa prenda de origen latino" fresca y elegante, "que se posicione a nivel mundial, y que tengamos diseñadores internacionales latinos como los grandes de Europa y Norteamérica".
Polanco tiene la aspiración de llevar la marca país al mundo de la moda con tejidos y diseños locales, "como la llevó nuestro Óscar de la Renta o Carolina Herrera", de mano de una nueva camada de diseñadores.
"Yo creo que eso es lo mejor que puedo aportar" a la República Dominicana, contribuir a que el segmento de la moda local obtenga "más ingresos internacionales, que puedan desarrollarse más los diseñadores dominicanos y que haya más fuente de trabajo", que en la industria se trabaje con artesanos locales y no se busque mano de obra en China, apuntó.
Precisamente, Polanco fomenta la formación de personal en el mundo de la moda mediante la Fundación Nacional de Arte y Diseño Caribeño y su escuela taller gratuita que funciona desde hace más de dos años en Santo Domingo Este, dirigida a jóvenes de origen humilde para que tengan la oportunidad de formar parte de esa marca latina con la que aspira vestir a todo el mundo.
Esa iniciativa solidaria se extiende ahora a Villa Altagracia, San Cristóbal, con la entrada en funcionamiento de un nuevo centro que permitirá a 35 alumnos aprender técnicas de bordado y de trabajo con lino para su exportación.
El diseñador es muy consciente de que para llevar las prendas típicas caribeñas a las pasarelas del resto del mundo "tenemos que capacitarnos, porque no tendremos nada si no hay producción" de calidad de manos de un personal cualificado que atienda la demanda que se pretende conseguir en el exterior.