Tintín, el intrépido reportero belga cumple 95 años
Noventa y cinco años después de su primera aparición, Tintín, traducido a más de un centenar de idiomas, se ha convertido en uno de los personajes más célebres del siglo XX
El 10 de enero de 1929 se publicaron las primeras viñetas de ‘Las Aventuras de Tintín’, el reportero más popular de la historia de la narrativa gráfica.
Desde entonces, el universo de Tintín, ilustrado por el dibujante belga Hergé (Georges Remi), ha tenido una influencia fundamental en el mundo del cómic a través de un estilo denominado ‘linea clara’.
Las primeras historietas del joven reportero, ‘Tintín en el País de los Soviets’, se publicaron por fascículos en 1929 en ‘Le Petit Vingtième’, el suplemento infantil del diario belga ‘Le Vingtième Siècle’.
Tintín fue escrito e ilustrado por el dibujante belga Georges Remi, más conocido bajo el seudónimo de Hergé, la pronunciación en francés de sus iniciales en orden invertido.
En las aventuras de Tintín, el protagonista es un joven periodista que viaja por todo el mundo investigando casos misteriosos como la desaparición de una persona o el robo de un objeto muy valioso.
Las aventuras de un joven reportero
La saga de Tintín incluye 24 historietas, una de ellas publicada de forma póstuma. Entre los álbumes más populares del perspicaz periodista de la gabardina beige se encuentran ‘Tintín en el Congo’ (1931), ‘El Loto Azul’ (1936), ‘Objetivo: la Luna’ (1953), ‘El asunto Tornasol’ (1956) y ‘Tintín en el Tíbet’ (1960).
El joven reportero de insolente flequillo va siempre acompañado de Milú, un perro de la raza fox terrier de color blanco, que le salva la vida en varias situaciones.
Asimismo cuenta con varios acólitos: el malhumorado marinero Capitán Haddock, los incompetentes detectives Dupont y Dupont (Hernández y Fernández) y el inolvidable profesor Tornasol.
Tintín denunció las injusticias en numerosos escenarios y se enfrentó a adversarios malvados como el multimillonario Robert Rastapopoulos, el doctor J.W. Müller y el bandido Allan Thompson.
A través de las peripecias de Tintín, Hergé reflejó una parte de la historia del siglo XX, con incursiones en acontecimientos como la Revolución Soviética, la Segunda Guerra Mundial o el colonialismo belga.
También abordó la carrera espacial, con la llegada del hombre a la Luna, dos décadas antes de que el estadounidense Neil Armstrong lo lograse.
Pionero de la línea clara
Una de las grandes aportaciones de las historias de Tintín fue la aparición de un novedoso estilo gráfico y narrativo: ‘la línea clara’.
Las aventuras del joven corresponsal supusieron el inicio de la denominada Escuela de Bruselas, una corriente representada por el empleo de la línea detallada para delimitar inequívocamente las formas de los dibujos.
Influenciado por fuentes de inspiración americanas (George MacManus), europeas (Benjamin Rabier) y chinas (Tchang Tchong Yen), este determinado modo de crear historietas fue definido como ‘línea clara’ por el ilustrador holandés Joost Swarte.
El rasgo más característico de este lenguaje es la búsqueda de la máxima legibilidad de las historias mediante la limpieza de la línea en el dibujo y la claridad narrativa en el guión.
En lo referente a la composición de la página, las viñetas están perfectamente definidas y delimitadas y predomina la regularidad de las tiras. No existen cambios de planos para conseguir la fluidez en la lectura de la escena.
Jorge E. Pérez: "El cómic es un medio maravilloso, lleno de posibilidades narrativas y visuales"
Respecto al dibujo, las formas tienen un contorno definido por un trazo negro regular de espesor constante. Con el objetivo de una mayor identificación de figuras y objetos, se emplean tonos planos, sin efectos de sombra y luz. Las historias se desarrollan siempre en un contexto de apariencia real y se elimina lo superfluo.
El guión también contribuye a la máxima comprensión de la historia mediante el respeto a la narrativa clásica, diálogos entendibles y una minuciosa documentación.
Popularidad e influencia
Tintín no solo es un mítico personaje de cómic, ha pasado de ser un símbolo de la ilustración belga a formar parte de la cultura universal. Tintín ha vendido más de 250 millones de ejemplares en todo el mundo y se ha traducido a 123 idiomas.
Su éxito sin precedentes en el mundo del cómic ha provocado la tintinofilia, reflejada en la elaboración de numerosos documentales y adaptaciones del formato papel para radio, cine y televisión. Destaca el largometraje de Steven Spielberg: ‘Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio’ (2011).
En lugares públicos de Bruselas se encuentran estatuas de Tintín y Milú y murales que representan algunas de las viñetas más emblemáticas en las fachadas de los edificios. Además, forma parte de la exposición permanente en el Centro Pompidou, el gran museo de arte contemporáneo francés.
Los personajes del universo Tintín son un verdadero gozo para los aficionados, que los disfrutan a través de cromos, figuras, calendarios o camisetas. Algunas piezas de material original (bocetos, dibujos, objetos) han sido subastadas a precios astronómicos.
En este sentido, la ilustración descartada de ‘El loto azul’, quinto volumen de la serie, fue vendida en 2021 en París por 3.1 millones de euros a un coleccionista privado, cifra que constituyó un récord mundial por una obra original de cómic vendida en subasta.
El estilo narrativo y gráfico de Tintín se ha perpetuado en el tiempo y ha influido en artistas como:
- Edgar P. Jacobs (‘Blake y Mortimer’)
- Jacques Martin (‘Alix’)
- y Bob de Moor (‘Barelli’)
En España la revista de historietas Cairo fue la principal representante de esta tendencia estética, con autores como Miguel Calatayud, Max y Daniel Torres.