Palabras protagonistas
Casabe, Constitución y más, las protagonistas del lenguaje este año
Avanza el mes de diciembre y toca echar la vista atrás. Los que trabajamos con la lengua volvemos la cabeza para analizar qué palabras han destacado durante 2024, de qué hemos hablado, qué voces hemos creado, reconvertido o adoptado de otras lenguas para nombrar el mundo y sus cambios.
La Fundéu Guzmán Ariza nos anima cada año a hacer este ejercicio que pone el acento en la importancia de la lengua en nuestra vida cotidiana. Por una vez las palabras, y no las cosas o los hechos, se convierten en protagonistas de la historia.
Se trata de elegir la palabra del año 2024 en la República Dominicana. Esto funciona así. La Fundéu GA presenta una preselección de candidatas entre los términos que han destacado a lo largo de 2024 por su presencia en los medios o por su repercusión social.
Entre las destacadas por Fundéu GA se encuentran este año (ordenadas alfabéticamente, para que nadie se quille) bot, casabe, Constitución, electrolinera, pluviofobia, reforma y samanense.
De Constitución y de reforma hemos hablado largo y tendido este 2024, y seguiremos hablando, me temo, en 2025. Bien lo saben en la Academia Dominicana de la Lengua y en la Fundéu GA, que se empeñaron en que la reforma constitucional incluyera un repasito por los errores ortográficos y gramaticales del texto constitucional.
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La política, compay, está detrás también del protagonismo del término bot, que se refiere a cuentas automatizadas en redes sociales que buscan crear tendencias o aumentar de forma ficticia el número de seguidores.
El español adoptó el inglés robot, que antes esta lengua había sido tomado del checo robota, que significa ‘trabajo’. El neologismo bot no es más que un acortamiento de este ya entrañable robot.
Electrolinera y pluviofobia son palabras de creación reciente; tendremos que esperar a ver si su uso se asienta para encontrarlas registradas en los diccionarios.
Las estaciones de recarga para vehículos eléctricos, que son novedad en la República Dominicana, necesitaban un nombre y lo han encontrado a partir de la conjunción de electro- (un elemento compositivo que significa ‘electricidad’ o ‘eléctrico’) y -linera (de gasolinera).
Desde luego los vehículos eléctricos son un paso para luchar contra el cambio climático, ese que no nos da tregua y que ha provocado el incremento en la intensidad de ciertos fenómenos atmosféricos.
De ahí que el temor a lloviznarse, muy dominicano, se haya convertido para muchos en pluviofobia. La lengua aprovecha el elemento de origen latino pluvia ‘lluvia’ y el de origen griego fobia ‘aversión exagerada a alguien o a algo’ para crear una nueva palabra.
Un acontecimiento científico histórico está detrás del protagonismo del gentilicio samanense, que usábamos para referirnos a los naturales de Samaná y que ahora además designa, por deseo de los arqueólogos que han descubierto sus restos en esa hermosa tierra, a esos antiguos pobladores de las Antillas.
Y un acontecimiento cultural, el reconocimiento del casabe como patrimonio cultural inmaterial, le ha abierto la puerta al sustantivo casabe.
Mañana conoceremos cuál es la palabra del año en la República Dominicana. Esta que les escribe disfruta de que por una vez las palabras, que tanta falta nos hacen, sobre todo si son buenas palabras, ocupen los titulares.