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Una lista nos espera

Nos propusimos recorrer paso a paso los errores ortográficos más frecuentes cuando escribimos en español

Una lista nos espera. Nos propusimos recorrer paso a paso los errores ortográficos más frecuentes cuando escribimos en español. Demos, entonces, el primer paso y enfrentémonos con valentía al verbo haber.

Su condición de verbo auxiliar imprescindible en la formación de las formas verbales compuestas (haber comido, haber entrado) sumada a sus varios significados hace que nos lo encontremos hasta en la sopa. En cualquiera de sus formas está presente en muchos contextos que nos generan dudas ortográficas.

En la pareja haber/a ver se suman varias: el sonido idéntico de be y uve, la ausencia de sonido de la hache y la separación en la escritura de palabras que pronunciamos juntas en la lengua hablada. Haber y a ver suenan igual; cuando las ponemos sobre el papel solo podemos hacer una cosa para distinguirlas: pararnos a pensar en el sentido de lo que queremos decir.

El verbo haber se utiliza, entre otros significados, para expresar ‘existir real o figuradamente’ (Tiene que haber fruta en la nevera) o ‘celebrarse, efectuarse’ (Me avisaron de que va a haber una junta en la oficina). En cambio, el verbo ver se refiere a acciones diferentes, siempre vinculadas a su sentido original ‘percibir con los ojos’ (Te invito a ver la película); por ejemplo, ‘considerar algo’ (Vamos a ver qué presupuesto nos conviene) o ‘reconocer, examinar’ (Mañana va a ver al médico).

Un proceso similar está en el origen de la confusión entre la forma hay (forma impersonal del verbo haber) y la interjección ay: mismo sonido y distinta escritura.

De nuevo solo nos salva el sentido. Este hay impersonal se usa para expresar existencia: Hay amigos que son para toda la vida. Nada parecido a la pena o el dolor que exteriorizamos con ay: ¡Ay, me puyé con la espina! ¡Ay, qué noticia tan triste!

No se acaban aquí los cruces de algunas formas de haber con palabras que suenan igual. Usamos haber en su forma en subjuntivo haya como auxiliar (Puede que haya tenido que salir) y para expresar ‘existencia’ (Ojalá haya suerte esta vez). Solemos confundirla con halla, del verbo hallar.

Pronunciamos con el mismo sonido la ye y la elle; las dudas ortográficas están servidas. Solo el significado puede acudir en nuestra ayuda. Si lo que queremos decir está relacionado con ‘encontrar, descubrir, entender’, nuestra elección debe ser halla: Halla la solución al acertijo y habrás ganado; ¿Usted halla que debemos seguir intentándolo?

Dos actores más intervienen en la escena de la pareja haya (de haber)/halla (de hallar). Y no nos ayudan. El nombre de un precioso árbol se escribe exactamente igual que la forma verbal haya: Una frondosa haya daba sombra al paseo.

Escrita sin hache inicial, pero con el mismo sonido, el femenino de ayo nos ha servido para referirnos a la institutriz o preceptora encargada de la educación y cuidado de los niños: La novela trata de una divertida aya que enseña a leer a sus pupilos. Aunque estos dos últimos sustantivos los usamos muy poco, no está de más conocerlos.

Creo que no hay ninguna duda de que haber se ha ganado el primer puesto de nuestra lista de escollos ortográficos. Levanten el dedo de la tecla, levanten el lapicero del papel (si todavía son capaces de manejarlo) y analicen lo que quieren decir antes de seguir escribiendo.

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María José Rincón González, filóloga y lexicógrafa. Apasionada de las palabras, también desde la letra Zeta de la Academia Dominicana de la Lengua.