Amor, excusas y decisiones
Para luchar por una relación se requiere de dos, para que se termine solo se requiere de uno
Pregunta: Doctora, mi pareja y yo estamos juntos desde muy jóvenes y ya llevamos 6 años casados.
A él se le hace muy sencillo cambiar nuestras salidas por cualquier cosa, casi nunca salimos a pesar de que se lo digo y cuando lo animo a hacerlo siempre encuentra una excusa para no pasar tiempo conmigo y eso me hace sentir que él no me valora.
Recientemente él me pidió que termináramos la relación porque dice que no se siente suficiente para mí, pero yo no quiero terminar, ese día no me dejó ni hablar, sólo me dijo eso y se fue, me dijo que si se quedaba lo iba a hacer cambiar de opinión y esa frase me destrozó.
Él es un hombre que ha sufrido abandono de parte de su madre y siento que esa situación hace que tengamos ese tipo de situaciones. Yo lo amo demasiado y sé que él también a mí, me gustaría saber su opinión, ¿cree que debo seguir luchando o lo dejo ir?
Respuesta:
Para luchar por una relación se requiere de dos, para que se termine solo se requiere de uno.
Te leo y me doy cuenta que aún no entiendes que ustedes no están remando en la misma dirección y lo peor es que justificas el desamor utilizando su pasado con relación a lo que ocurrió con su mamá.
Expresas que sabes que él te ama casi al finalizar tu carta, pero indicas al inicio que él no quiere estar contigo, fíjate lo ambivalente que eres en cuanto a lo que pasa en tu dinámica de pareja y eso es una muestra de que el amor no es suficiente para sostener una relación.
Hace falta otros componentes como el compromiso, la lealtad, el respeto, la intimidad, la admiración, que deben primar en esa dinámica que se llama matrimonio.
Ni yo ni nadie te puede decir si debes seguir o no, pero lo que no puedes es querer imponer que alguien esté contigo sin desearlo.
Puedo entender que duele una barbaridad el hecho de que te rechacen y que tu cerebro busque la forma de no aceptarlo, pero busca en ti la forma de asumir que un matrimonio requiere de dos, y que esos dos más o menos quieran lo mismo, pues si no es así es imposible sostenerlo.