Sandro Larenas, la voz de Garfield por décadas, da vida ahora al padre del famoso gato
Después de décadas como la voz de Garfield, el actor de voz da vida a un nuevo gato animado
Con “Garfield: The Movie” los fans del popular gato que ama la lasaña no solo tendrán la oportunidad de disfrutar de su más reciente aventura, sino que también podrán presenciar el traspaso de la antorcha entre distintas generaciones de talentos de voz.
Por más de tres décadas Sandro Larenas, reconocido locutor y actor de voz chileno, ha sido la voz de Garfield cada vez que se ha traducido su contenido en español para Latinoamérica, interpretación que inició en la década de los 90 con la serie animada “Garfield y amigos”.
Aun así, en el caso de “Garfield: The Movie”, la voz de Garfield ahora será interpretada por el actor de doblaje Memo Villegas, mientras que Larenas dará vida a un nuevo personaje: Vic, el gato callejero que es el padre de Garfield y lo abandonó cuando era un bebé.
Ahora Larenas comenta sobre la oportunidad de encarnar a un personaje distinto, pero íntimamente relacionado a aquel gato que ha brindado tanta alegría a distintas generaciones de espectadores.
¿Cómo fue el proceso de encontrar la voz de Vic?
Sin duda, la voz de Vic parte de la voz de Garfield porque es el papá.
Había que distanciarse lo suficiente para que no fuera lo mismo, pero tampoco acercarse tanto como para que se pudiera distinguir. Y eso fue un proceso absolutamente natural, fluido, porque el padre de Garfield es un gato callejero, un gato pandillero, aunque con un gran corazón.
Sus circunstancias de vida lo hacen ser un gato aparentemente fuerte, pero es dócil, con mucho amor dentro de él. Encontrar la voz fue relativamente simple. Fue como avanzar en edad desde Garfield y llegar a la mía.
Como Vic es un personaje prácticamente nuevo, ¿sintió más libertad creativa al interpretarlo?
Exacto. Sí, hay una libertad de creación. Pero también hay una restricción que te la da la circunstancia de la escena que estás doblando. El estado de ánimo de la escena. Uno no se puede disparar y correr con colores propios, digamos.
¿Cree que esa es la esencia que hay que mantener siempre en futuras interpretaciones de ese personaje?
Yo creo que sí, básicamente, pero eso no quita que el personaje pueda tener su propia evolución.
¿Cómo describiría esa transición de interpretar a Garfield por tanto tiempo para luego pasar a encarnar a su padre?
Emoción. Me entregué a la realización del personaje de la misma manera que siempre me entrego a todos los personajes.
Con mucho amor, con mucho cariño, con mucho análisis. Y digo mucho análisis no en el sentido de que vaya a ser un ensayo sobre el personaje, sino de entregar y abrir mi corazón a las circunstancias del personaje y darle la interpretación que requiere desde la espontaneidad, desde lo natural.
No de ponerle mucha intelectualidad al asunto, sino dejando que el corazón hable, que la tripa hable.
¿Cuál es la naturaleza de la relación de Vic y Garfield al inicio de la película?
Dependiente, muy cercana y se necesitan el uno al otro. Por eso es tan duro cuando se separan.
¿Cree que es una película que se apreciaría más entre padres e hijos?
Absolutamente. Tiene que ir la familia completa. Invitemos a los abuelitos, a los tíos, a los sobrinos, a los primos, a todos, la familia completa para que posteriormente puedan reflexionar respecto al contenido de la película.
Porque la película es mucho más que una película de dibujos animados, es mucho más que una película sobre Garfield, que es un personaje icónico para Latinoamérica, va más allá, es algo que motiva a la reflexión y a discutir ciertas cosas.
A pesar de que estar originada en Estados Unidos como idea, como concepto, como guion, es transversal a nacionalidades y latitudes.