En sincronía con el desove de corales
Fundemar recolecta millones de gametos coralinos para reproducción asistida
Son las 8:30 de la noche del 3 de agosto de 2023 y un bote con personal de la Fundación Dominicana de Estudios Marinos (Fundemar) se encuentra anclado a unos 100 metros de la orilla, frente a la caseta de guardaparques en Guaraguau, contiguo al Parque Nacional Cotubanamá. Es la segunda noche después de la primera luna llena de agosto, una noche estrellada con ausencia de brisa y agua cristalina y calmada.
Yulissa Reyes, encargada del laboratorio de corales de Fundemar, coordina con un equipo de buzos los últimos detalles antes de lanzarse al agua, por segunda noche consecutiva, para colocar unas luces flotantes y así marcar el lugar donde piensan recolectar gametos de la especie Acropora palmata, para llevarlos al laboratorio y asistirlos en la reproducción. Con su luz portátil inspecciona las colonias de Acropora palmata en busca de señales que indiquen un inminente desove. La noche anterior no hubo señales.
Desde la superficie solo se ven los reflejos de la linterna de Yulissa entre los “reef balls”, unas estructuras artificiales sumergidas, donde han crecido por años decenas de colonias de esa especie de coral. Iluminada por la luna llena, Yulissa saca la cabeza fuera del agua y grita “¡hay settting!”, mientras la directora de Fundemar, Rita Sellares, celebra en el bote la noticia. Sabe que habrá desove esa noche.
Con “setting” se refiere a un comportamiento de los corales: En las colonias, los pólipos exponen los gametos que son observables a simple vista, pero no son expulsados. Por la experiencia, los biólogos saben que en los próximos minutos pudiera ser el desove.
Las colonias de cada especie se sincronizan en un desove masivo, liberando unos pequeños huevos que contienen óvulos y esperma, los cuales eclosionan a la deriva y se mezclan con los de otras colonias, ya que una misma colonia no se reproduce con ella misma. Esto no pasa solo entre un grupo de colonias en un punto específico, el evento se da en otras zonas regiones al mismo tiempo.
Diferentes instituciones, en otras zonas del país, también se encuentran monitoreando las colonias de palmata, como Fundación Grupo Puntacana en Punta Cana y Cebse en Samaná. Además de intercambio de informaciones en tiempo real en Honduras, Bonaire y otras zonas geográficas.
Han sido años de monitoreo constante para calendarizar el desove de diferentes especies. En 2015 Fundemar inició los monitoreos con la especie Acropora cervicornis, logrando identificar la fecha de desove. En el caso de Palmata, Rita Sellares explicó que en 2017 empezaron a integrar otras especies, y a crear su propio calendario de desove.
“Parte del equipo se entrenaba con Corallium Lab y Carmabi, con el apoyo de TNC y Secore Internationa, mientras otros buceaban para ver cuando desovaban nuestros Corales. En 2019, sacamos el primer calendario de desove para el país y lo hemos ido afinando año tras año”, dijo Sellares a Diario Libre.
El desove
Luego del Setting, unos cinco buzos se lanzan al mar a las 8:45 de la noche, saben que el desove ocurrirá entre 9:00 y 10:00 de la noche, aproximadamente. Diario Libre los acompaña en el agua para ser testigos del momento.
Colocan redes especiales en las colonias que han hecho “setting”, esperando que inicie el desove, aunque ya sospechan que no será masivo.
Luego de una hora, logran recolectar pequeñas cantidades de gametos de unas tres colonias. Esta es la señal de que las siguientes dos noches tendrán desove masivo. Regresan al mar los pocos gametos recolectados.
El viernes 4, Yulissa se lanza al agua un poco más temprano, ya sabe que esa noche será buena. Pocos minutos después avisa a Sellares y su equipo que hay muchas colonias con “setting”. Todos se preparan para el desove.
A las 9:16 de la noche se inicia uno de los eventos masivos que más intriga a la ciencia, el desove de corales. Los pólipos de un par de docenas de colonias liberan millones de gametos en una sincronía que dura entre 20 y 40 minutos. Pequeñas esferas marrones suben a la superficie, mientras los depredadores se dan un festín.
Las redes recogen en pequeños frascos los gametos que serán llevados al laboratorio de Fundemar. Mientras hacen presencia peligrosas medusas conocidas como avispas de mar o medusas de caja, Carybdea xaymacana, las cuales poseen una poderosa toxina que puede arruinar la velada si uno de los buzos es picado.
Para protegerse trabajan cubiertos de cabeza a pies, pero siempre puede haber un espacio de piel descubierta. Estas medusas son atraídas por la luz.
Las luces de las linternas apuntan en todas direcciones, monitoreando el desove y la posición de las medusas. Conforme los frascos en las redes se llenan, son removidos y transportados al bote.
A las 10:00 de la noche termina el desove, recogen las redes y se marchan al laboratorio. Salen ilesos de las medusas.
En el laboratorio, en Bayhíbe, realizan la reproducción asistida con el fin de conseguir embriones de coral y ser sembrados en diferentes zonas, con la intención de repoblar lugares donde los corales han desaparecido por diferentes motivos.
El proceso dura hasta la madrugada, mezclando delicadamente gametos de diferentes colonias en recipientes de plástico hasta lograr que los óvulos sean fertilizados.
En la lupa pueden comprobar la división celular y hacer un primer conteo de embriones. El modelo de cálculo les dice que consiguieron cerca de un millón de embriones. Sin embargo saben que esa no es la gran noche.
El sábado 5 se repite la misma operación, pero esa noche el desove es mayor que la noche anterior. Los gametos llenan la superficie del agua por millones.
Regresan al laboratorio con 14 frascos repletos de gametos y se repite el proceso. En varios acuarios, los embriones se asientan en sustratos especiales. Luego de unas horas son llevados a unas piscinas flotantes en el mar para luego ser plantados en diferentes puntos en unas tres semanas.
La semana del 1 al 7, Fundemar trabajó con tres especies de coral y tres equipos de técnicos y voluntarios en la zona de Bayahíbe.
Como resultado se lograron de Acropora palmata los días 3 y 4, después de luna llena, un total de 3,124,012 embriones. De la especie Acropora cervicornis, el día 4 después de luna llena 20,960 embriones. De la especie Dendrogyra cylindrus, el día 3 después de luna llena, no se hace cálculo de embriones, pero lograron llenar 3 acuarios.
“Esto se logra gracias al apoyo de muchos buzos, centros de buceo, que nos apoyan en las noches de buceo. Y también al apoyo del sector gubernamental (Ministerio de Medio Ambiente y la Armada). También el sector privado con CEPM, Central Romana, Asociación de Hoteles Romana Bayahíbe, TotalEnergies, Casa de Campo, Viva Resorts, Hilton, Scuba Caribe, Ola de cambio Iberostar, Catalonia, Dreams, Slow Dive, Cerny foundation, y el apoyo de otros centros de buceo y colaboradores”, concluyó Sellares.