Conoce la clínica para rehabilitar adictos a los videojuegos
La clínica tiene bien establecido el tratamiento de problemas con el juego
Agencias
El trastorno relacionado con los videojuegos es una afección controvertida, definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por tres características: Un control deficiente de la actividad del juego, priorizar el juego sobre otros intereses y continuar con la actividad del juego a pesar de las consecuencias negativas.
A menudo, las personas tienen dificultades para controlar sus emociones. Tienen problemas con la ira, la ansiedad y experimentan un bajo estado de ánimo. También aparecen síntomas físicos como la pérdida de sueño. Eso se debe a que juegan de noche para conectarse con jugadores en el extranjero.
Para controlar estos comportamientos llegó el Centro Nacional de Trastornos del Juego, una clínica, ubicada al oeste de Londres que forma parte del sistema público de salud y está especializada en el tratamiento de esta adicción.
En la institución, que también forma parte del Centro Nacional de Adicciones del Comportamiento, el tratamiento de problemas con el juego está bien establecido, pero el de los videojuegos es un territorio nuevo para el personal, según la consultora y psicóloga clínica Rebecca Lockwood.
La clínica ha recibido más de 300 pacientes, 200 de ellos en 2021; el 89% es masculino, de un rango de edad entre los 12 y 60 años, quienes generalmente reciben el tratamiento a través de sesiones por videollamada.
¿Solo un pasatiempo?
El 62% de los adultos en Reino Unido jugaron videojuegos durante la pandemia, según la Oficina de Comunicaciones nacional.
Y un estudio reciente del Instituto de Internet de la Universidad de Oxford concluyó que jugar a los videojuegos es realmente bueno para el bienestar de los jugadores.
El profesor Andrew Przybylski, director de investigación del instituto, cree que los juegos en sí mismos podrían no ser el problema.
En el Centro Nacional de Trastornos del Juego, Becky Harris se apresura a señalar que la clínica no está en contra de los videojuegos, sino que hay un pequeño porcentaje que tienen un gran problema con ellos y realmente están afectando su calidad de vida y su capacidad para interactuar y funcionar.
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