Contrareloj: las exportaciones orgánicas a la UE
Bananas y cacao orgánico, República Dominicana lidera exportación de productos orgánicos a Europa
La República Dominicana ha tenido una trayectoria de éxitos sostenidos en la exportación de productos orgánicos. Desde tomar prestada la cuota de exportación de bananos de las islas del Caribe oriental, hasta convertirse en líder en exportaciones de productos orgánicos a la Unión Europea (UE), varios factores han contribuido a este éxito. La eliminación de cuotas con el Acuerdo de Asociación Económica y Comercial (EPA), millones de euros en cooperación para apoyar certificaciones, transformaciones y penetración de mercado, así como cooperativas de pequeños productores que demostraron la rentabilidad de exportar productos orgánicos, han sido fundamentales en este logro.
La República Dominicana exporta el 60% del cacao orgánico y el 55% de las bananas orgánicas del mundo, con un 95% de estas exportaciones destinadas a la UE. Otros productos orgánicos exportados incluyen aguacate, mango, piña, cítricos, miel y café, aunque en menores cantidades. Alrededor de 85,000 productores dependen del cultivo y la exportación de estos productos. En lo que va del año, según fuentes de la UE, el país ha exportado cacao por un valor de 233 millones de dólares.
Para mantener este logro, es crucial prestar atención a las normativas europeas que deben cumplirse, algunas a partir del 1 de enero de 2025, para poder seguir exportando. Hay tres reglamentos claves:
1. Regulación de productos orgánicos de la UE: establece los requisitos para la producción, procesamiento, etiquetado y comercialización de productos orgánicos.
2. Regulación de deforestación: busca frenar la deforestación y su impacto en el cambio climático, y afectando principalmente a los rubros de cacao y café.
3. Regulación de debida diligencia o CS3D: protege los derechos humanos y el medio ambiente, entrando en vigor en 2027.
La UE es líder mundial en medidas y regulaciones para una transición verde. Estas regulaciones se aplicarán a las empresas, no al país de origen, y a toda la cadena de valor, desde el supermercado europeo hasta el productor. Existen portales y fondos de cooperación, algunos de la misma UE, para apoyar a productores, capacitar e informar, pero lo primero es enfrentar este reto con el sentido de urgencia necesario.
Aunque se han realizado capacitaciones y proyectos, aún falta mucho por hacer, incluyendo la certificación adecuada de los laboratorios nacionales. Es vital pensar en qué podemos hacer ahora como empresas, productores e instituciones. Una opción es explorar mercados alternativos donde se valore la calidad de nuestros productos, como Corea del Sur, que se presenta como un gran mercado para nuestros chocolates, según el embajador dominicano ante Corea del Sur, Federico Cuello.
La integración de tecnología para geolocalización y trazabilidad en el campo es un gran reto, pero puede quizás atraer el entusiasmo de los jóvenes. Las medidas de protección del medioambiente podrían ayudar a mitigar las pérdidas económicas causadas por el cambio climático, que según el Banco Mundial ascienden a cientos de millones.
¿Vale la pena trabajar arduamente los próximos 5/12 meses para que no mermen nuestras exportaciones (el precio alto del cacao convencional es transitorio) de productos orgánicos a la UE, un mercado de 76,000 millones de euros que crece 10% anual, dónde somos lideres? La pregunta se responde sola.