La JCE debe seguir el ejemplo del vídeo
La construcción de consenso es sostenible no solo por la legalidad del acuerdo, sino por la legitimidad del proceso. Sin la participación de los partidos políticos no habrá solución sostenible
A final de la mañana del domingo nuestro país inició una crisis política electoral que afecta la institucionalidad democrática. La crispación se apoderó de la ciudadanía, que fue la gran lesionada por la suspensión de las elecciones municipales. La reacción del liderazgo nacional no se hizo esperar. Algunos a la altura de los acontecimientos, otros no. Su madurez política se puso a prueba. Todos fuimos convocados a asumir la responsabilidad democrática que demandan la circunstancias.
En primer orden, lo sucedido debe investigarse y aclararse con urgencia e independencia. Estamos de luto ante el fracaso del proceso electoral, sea por negligencia o por sabotaje.
Quiero resaltar un detalle que llamó mi atención y no debe pasar inadvertido. Al final de la tarde del domingo empezó a circular en los medios un vídeo, tomado de manera extraoficial, donde aparece el presidente de la JCE, Julio César Castaños y los demás miembros, conversando civilizadamente sobre la situación presentada con el voto automatizado. Allí aparece dando las explicaciones pertinentes, escuchando los pareceres de los delegados y concertando soluciones en coordinación con todos.
Ahí se escuchan opiniones de los distintos delegados políticos, algunos de ellos identificables en lo personal y lo partidario. La evidencia fílmica demuestra que, en vez de insultos y amenazas, en esa reunión se valoraron argumentos y búsqueda de soluciones conjuntas. Desde el Partido Reformista hasta Alianza País, desde Monchy Fadul hasta Juárez Castillo, todos sin excepción, se manejaron en forma respetuosa entre ellos, para lograr que el sistema democrático fuera afectado lo menos posible por la suspensión de las elecciones. Este vídeo indica que hubo un espacio de concertación política constructivo entre el Pleno de la JCE y los delegados de los partidos presentes, antes de anunciar la suspensión de las elecciones.
Tomando como ejemplo ese método de toma de decisiones, me permito recomendar que:
- La JCE debe reconocer que está inmersa en una profunda crisis de confianza y necesita apoyo y acompañamiento partidario y ciudadano para tomar decisiones frente al país. Por lo que necesita continuar los procesos de concertación y consulta con los delegados y la cúpula de los partidos políticos, ahora de frente a toda la nación transmitiendo dichas sesiones de modo que el país vea a nuestros políticos tomando decisiones y construyendo soluciones junto a las autoridades electorales.
- Ese vídeo grabado inconsultamente resultó ser un ejercicio de democracia deliberativa al más alto nivel de nuestro órgano electoral. Contiene un ejemplo que debe ser continuado, permitiendo, además, el acompañamiento de los observadores electorales como veedores de los procesos de toma de decisiones. La JCE tiene que entender que solo los partidos políticos del sistema le van a hacer ganar la credibilidad y la confianza perdida.
- El pleno de la JCE debe entender que una cosa es el origen del problema y otra es el conflicto que le sigue, el problema existió en la realidad, tiene dimensiones, actores, repercusiones, plazos y consecuencias. El conflicto no vive en el mismo ámbito, es un proceso que se manifiesta en los relatos, en el diálogo privado y público, en lo que decimos y nos dicen, y en las contestaciones a esos dichos, allí habita y se alimenta el conflicto. Es posible que esa diferencia no se comprenda, pero a la JCE le sirve para enfocar su atención no solo en los hechos, sino en los dichos y en cómo gestionar sus decisiones y con ello podrán reconstruir las percepciones de los hechos.
Uno de los delegados presente en la conversación propuso que fueran todos con los miembros de la JCE a dar la información de la suspensión al país, para contribuir a dar garantías de calma a la nación. Y eso debió aprovecharse, la puesta en escena de ese momento debió tener a todos los delegados de los partidos políticos acompañando y respaldando el anuncio. Después de la reunión grabada inconsultamente, lo que siguió fueron acusaciones, sospechas y búsqueda de culpables favoritos, evidenciando que lo que son capaces de concertar en privado, sus partidos no son capaces de sostener en público.
La construcción de consenso es sostenible no solo por la legalidad del acuerdo, sino por la legitimidad del proceso. Sin la participación de los partidos políticos no habrá solución sostenible.