España dividida, la suma no da
Es probable que se desarrollen nuevas elecciones en España. Y no serían de inmediato, pues Sánchez ha demostrado ser un gran armador de rompecabezas. Ahora el tiempo corre a su favor.
Una cosa son las matemáticas y otras las matemáticas electorales. En la primera el orden de los factores no altera el producto. En la segunda, el orden de los factores siempre altera el producto.
Según las encuestas para las elecciones generales del domingo 23 de julio en España, el bloque de la derecha, Partido Popular y Vox (entre otros), estaba destinado a conseguir una mayoría absoluta y que podrían conformar gobierno sin dificultades. La mayoría absoluta en España se garantiza con 176 diputados. Pero hasta el último reporte, el PP y Vox han logrado 169 diputados, o 170 si incluyen al diputado de Unión del Pueblo Navarro, usual aliado del PP en las Cortes generales. Le faltarían 6 diputados para gobernar.
Por su parte, el bloque de la izquierda, el PSOE y Sumar (varios partidos entre ellos Podemos) entre otros, han conseguido 153 diputados, sin embargo, se espera que reciban el apoyo de varias agrupaciones de la denominada izquierda nacionalista, que entre ellos han conseguido unos 14 diputados. Llevando el conteo a 167 diputados. Por detrás del bloque de la derecha. Por lo que puede afirmarse que el bloque de derecha en España no perdió. Mas bien aumentaron su caudal de votos con respecto a las elecciones del 2019, salvo el caso de Vox.
Ahora bien, hay unos 12 diputados nacionalistas que no son de izquierda, que más bien son conservadores, el PNV y Junts per Cataluña, que deciden el voto más en términos territoriales y menos en términos ideológicos. Por lo que estarían dispuestos a apoyar a una izquierda no antirregionalista, que apoyar a una derecha antiseparatista. Cuando hablamos de antirregionalismos y antinacionalismos, nos referimos al antinacionalismo catalán o vasco, en contraposición al nacionalismo clásico integrista español.
Estos resultados no son definitivos. Hay que incorporar el voto de los españoles que residen permanentemente en el extranjero y que nos podrían llevar a otros escenarios.
Escenario muy poco probable. Que el PP logre acuerdo de investidura con Unión del Pueblo Navarro, Coalición Canaria y con el Partido Nacional Vasco (PNV) y que VOX a cambio de nada, repito a cambio de nada, vote a favor de esta investidura. Pero es evidente que si PP logra acuerdo con PNV será por intercambio de cesiones, a lo que VOX se opondría, pues VOX y PNV tienen fuertes contradicciones. Y sin VOX, la coalición de derecha apenas llegaría a 143 diputados. Por lo que no logran mayoría para investir presidente.
En razón de que esta coalición es posible solamente si VOX accediera aceptarla sin condiciones, pregunto: ¿De verdad existe algún español que crea posible que la extrema derecha (VOX) entregue gratuitamente sus 33 diputados al PP? Siendo Vox el perdedor neto de este proceso electoral y siendo el PP el aliado que le ha succionado al propio Vox muchísimos votos. Evidentemente un escenario muy poco probable.
Otro escenario con más probabilidad de negociación, aunque también complejo. Una coalición con el PSOE a la cabeza, con Sumar, Bildu, Esquerra Republicana de Cataluña, el Bloque Nacionalista Galego y PNV, cuya coalición obtendría 172 votos para formar gobierno. Ahora bien, si Junts per Cataluña insiste en no apoyar al PSOE, aunque la coalición mantiene esos 172 votos, tendría unos 178 votos en contra. Por lo que este escenario es posible solamente con la abstención de Junts per Cataluña.
Y repito, faltan los resultados del voto extranjero, lo cual podría hacer más compleja las matemáticas electorales en cada escenario.
Es probable que se desarrollen nuevas elecciones en España. Y no serían de inmediato, pues Sánchez ha demostrado ser un gran armador de rompecabezas. Ahora el tiempo corre a su favor.
Esto así, porque según las encuestas, Pedro Sánchez (PSOE) no salía políticamente vivo de este proceso, pero la verdad es que lo está y su estrategia anti derecha le ha funcionado electoralmente, lo cual hace muy lejana una gran alianza al mejor estilo alemán, PSOE - PP.
Es real, al bloque de izquierda le funcionó la estrategia de aglutinar todo el voto útil anti derecha, pero sobre todo anti Vox, como sinónimo de antifascismo para salir adelante. Igualmente, la unidad y coherencia interna del bloque se hizo notar en todo momento.
Contrario a la derecha que tuvieron muchas diferencias internas y pésima gestión de alianzas. El PP llegó a afirmar que era capaz de obtener mayoría absoluta sin aliados. Ese triunfalismo tuvo que haber afectado la movilización del voto en el poco valorado Dia D. En especial, un día D que se celebraba en plena fecha de vacaciones de verano.