¿Problemas menores?
Es verdad que no se construye para los grandes eventos, pero se puede construir para que esos acontecimientos hagan menos daño.
Es verdad que tenemos muchos pobres, pero una sana política de Estado bien vigilada, impediría los muertos del hacinamiento y de las malas construcciones levantadas en lugares peligrosos.
Cada gran lluvia, sea tormenta o huracán, inunda esta ciudad de basura, que incluye animales muertos y a nadie parece preocuparle.
Aparentemente, es imposible recoger la basura cuando se anuncia tormenta para evitar que se tapen los desaguaderos, que se llenen las calles de todo tipo de materiales y que, a consecuencia de ello, se inunden casas.
Y ni hablar de las cañadas de las que se acuerdan solo cuando inundan un barrio o se llevan varias casas que nunca debieron estar ahí.
Algunos dirán que esos son problemas menores frente a las enormes urgencias que tenemos en el país, pero el punto es que nunca resolvemos los grandes y nos olvidamos de los “pequeños” que nadie entiende cómo sobreviven a todas las administraciones...