Abinader en la ONU
Urgencia en la intervención internacional
El presidente dominicano ha llevado nuevamente a las Naciones Unidas el tema haitiano, esta vez con notas de urgencia. No es para menos. La crisis allí empeora y las perspectivas son cada vez más sombrías.
Lo inaceptable es la indiferencia de la comunidad internacional frente a un problema sobre todo humano. A los altos niveles de violencia, violaciones, secuestro y extorsión se suma una hambruna que se extiende por todo el país. Lo que ha hecho Luis Abinader es subir los decibelios de las campanadas a ver si logra vencer la sordera conveniente de países que siempre hablan de comunidad de valores y defensa de la democracia. En el caso de Haití, sin embargo, la preocupación por los derechos humanos de millones de personas es inexistente.
Salvo defender la frontera de potenciales incursiones de las bandas armadas y combatir el tráfico de personas, poco podemos hacer. La conmiseración es una y no cejar en el empeño de involucrar a las grandes potencias en un problema que le pertenece, es otra.
Nada más.