Dando el mal ejemplo... otra vez
Una es con guitarra y otra con violín
La coherencia es la actitud lógica y consecuente con los principios que se profesan. Al menos, eso dicen las definiciones oficiales.
Tomando eso como consideración, podemos concluir en la gran incoherencia que presentan en el Senado de la República los que hoy defienden la entrega del barrilito.
Conocido oficialmente como fondo de asistencia social, el barrilito no es más que una herramienta que los senadores se auto adjudicaron en el 2006 para regalar dinero a los ciudadanos de las provincias.
En buen dominicano, es una forma de mantener a la gente contenta y asegurarse esos votos, con dinero de los impuestos.
El presidente del Senado, Ricardo de los Santos, hoy es un abanderado de la entrega de unos fondos que no tienen absolutamente nada que ver con las funciones de la institución que preside y que hace solo cuatro años su partido rechazaba tajantemente.
Pero como dice el dicho, una cosa es con guitarra y otra con violín.
Los que antes cuestionaban el uso del barrilito son sus principales propulsores por una razón simple: ahora están recibiendo esos fondos y son beneficiarios de los mismos... muy coherentes.