Las famosas becas del Mescyt
Se necesita de una mejor organización
Históricamente ha habido muchas interrogantes relacionadas con los criterios que se toman en consideración para que el Ministerio de Educación Superior, Ciencias y Tecnología, otorgue una beca a un estudiante que busca apoyo estatal para su preparación profesional.
Desde nepotismo, pasando por favoritismos políticos y de otros tipos, han sido algunos de los cuestionamientos a este “privilegio”.
Nuevamente, el Mescyt hace una convocatoria y ahora para becas nacionales, ocho mil de manera específica.
Eso podría estar muy bien, pero el problema principal es el poco criterio para determinar qué necesita el país en materia de profesionales.
Pero peor aun, ¿qué pasa con el estudiante becado, nacional o internacionalmente, que termina sus estudios?
No tiene ningún compromiso con el Estado que invirtió miles de pesos o dólares en su educación.
De hecho, algunos tienen que optar por oficios en nada relacionados con la profesión que estudiaron porque ni siquiera existe un programa para colocar en puestos laborales a aquellos que fueron becados.
¿Se llama eso planificación? ¿Hace eso algún sentido?