15 minutos
La ciudad de los quince minutos es la que permite al ciudadano tener a una distancia abarcable en ese lapso de tiempo
La ciudad de los quince minutos, según una teoría de planeamiento urbano, es la que permite al ciudadano tener a una distancia abarcable en ese lapso de tiempo, caminando o en bici, todos los servicios necesarios para desarrollar su vida con la calidad deseable.
Imagine poder salir de su casa y en un paseo de un cuarto de hora acceder a escuelas, centro médicos, comercios, parques, iglesias, cines, mercados o servicios.
Así eran las antiguas ciudades de provincias, con sus parques, centros de esparcimiento público donde cultivar las relaciones sociales, el mercado donde abastecerse, las escuelas y el liceo, instituciones culturales, el ayuntamiento... Hoy, las ciudades son inabarcables. Imposibles sin un transporte privado que nos encierra por 45 minutos o una hora en el automóvil para cualquier diligencia reduciendo la productividad, afectando la salud exponiéndonos a una contaminación que se huele y respira.
¿Se puede “arreglar” Santo Domingo para volverla una ciudad de 15 minutos? Difícil empeño. Aparte de la Ciudad Colonial, caminable todavía, a escala humana, el mismo Distrito está muy lejos de volver a esos márgenes de tiempo. Habría que empezar por descentralizar y llevar al resto del Gran Santo Domingo palacios de justicia, oficinas gubernamentales, centros médicos, universidades... para evitar cada día millones de traslados largos, caros e incómodos.
El automóvil, que una vez fue la solución, hoy es el problema. Eléctrico, a gas o a gasolina ... su presencia es absoluta, su protagonismo apabullante. El peatón, de quince minutos, media o una hora, ha perdido el control de su propio movimiento.
Hablamos de conciliación laboral con la vida familiar... pero lo primero que habría que resolver es la movilidad.