Al menos 30 muertos y 60 heridos por descarrilamiento de tren en Pakistán
Las labores de rescate continúan en marcha este domingo
El número de muertos por el descarrilamiento de un tren en el sur de Pakistán aumentó a 30 y la cifra de heridos a 60, al tiempo que las tareas de rescate estaban en marcha, informaron las autoridades el domingo.
Diez vagones de un tren con destino a Rawalpindi descarrilaron y algunos volcaron cerca de la ciudad paquistaní de Nawabshah, atrapando a muchos pasajeros, dijo Mahmoodur Rehman Lakho, oficial ferroviario de alto rango.
El oficial superior de policía, Abid Baloch, presente en el lugar del accidente, indicó que hasta el momento se han recuperado 30 cadáveres y más de 60 personas resultaron heridas, algunas de gravedad. Agregó que el número de muertos puede aumentar a medida que continúan las operaciones de rescate.
Baloch afirmó que entre los muertos y heridos hay mujeres y niños.
La televisión local mostró a rescatistas sacando a mujeres, niños y pasajeros ancianos de vagones dañados y volcados. Algunos de los heridos yacían en el suelo pidiendo ayuda mientras los lugareños repartían agua y comida.
Lakho, que está a cargo de los ferrocarriles en el área del accidente, dijo que las cuadrillas de rescate trasladaron a los heridos al cercano Hospital Popular en Nawabshah. Detalló que el desafortunado Hazara Express iba de Karachi a Rawalpindi cuando 10 vagones se salieron de las vías cerca de la estación de tren de Sarhari en Nawabshah.
Mohsin Sayal, otro responsable ferroviario, indicó que el tráfico de trenes se había detenido en la vía principal y había trenes de reparaciones en camino. Se ofrecerán transportes alternativos y atención médica para los pasajeros, añadió.
El ministro de Ferrocarriles, Khaja Saad Rafiq, mencionó que el accidente pudo deberse a una falla mecánica o al resultado de un sabotaje. Dijo que se lleva a cabo una investigación.
Los choques de trenes son habituales en tramos mal mantenidos en Pakistán, donde no se han modernizado los sistemas de señalización y comunicación de la era colonial y los estándares de seguridad son malos.