Pedro Sánchez se acoge a su derecho a no testificar contra su esposa
La investigación a Begoña Gómez y su impacto político
En España, el presidente español Pedro Sánchez ha evitado declarar contra su esposa, Begoña Gómez, a pesar de que el juez ha acudido a su residencia para interrogarle como testigo en la causa que investiga la relación de su mujer con diferentes empresarios. Sánchez se ha acogido así a la ley que permite a los esposos no testificar contra sus cónyuges.
La inédita imagen del juez Juan Carlos Peinado accediendo a la residencia presidencial, el Palacio de la Moncloa, para interrogar a Pedro Sánchez, abre hoy las ediciones digitales de los diarios españoles, aunque finalmente el presidente del gobierno ha decidido guardar silencio y no declarar como testigo en la causa que investiga a su esposa Begoña Gómez por unos supuestos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
El magistrado se había empeñado en grabar el interrogatorio de Pedro Sánchez tras rechazar la petición del presidente de declarar por escrito, aunque es una opción autorizada a miembros del Gobierno cuando deben comparecer como testigos. La Fiscalía es crítica con el proceder del juez Peinado porque considera su investigación carente de indicios y prospectiva, algo que prohíbe la legislación española.
La causa contra Begoña Gómez surge de una denuncia de una organización ultraderechista sustentada en recortes de prensa sobre su relación con algunos empresarios, y cuando fue admitida a trámite provocó que Pedro Sánchez se tomara cinco días de reflexión en los que se especuló, incluso, con su dimisión.
Licenciada en marketing y con un máster en gestión, Gómez es sospechosa de haber aprovechado el cargo de su marido en sus relaciones profesionales, en particular con Juan Carlos Barrabés, un empresario español que obtuvo ayudas públicas y que también es investigado.
Barrabés -que da clases en un máster de la Universidad Complutense de Madrid dirigido por Gómez- admitió ante el juez haberse reunido con la esposa del presidente del Gobierno, cinco o seis veces en la Moncloa, dos de ellas en presencia de Sánchez.
Pero afirmó que esos encuentros se limitaron a tratar temas de innovación, según fuentes cercanas al caso.