Pedro Sánchez, pendiente del apoyo nacionalista vasco y catalán para gobernar
Las elecciones del domingo en España suponen un fracaso para la derecha europea
Las elecciones generales del domingo en España, en las que el derechista Partido Popular (PP), aunque victorioso, quedó muy lejos de sus objetivos y tiene casi imposible gobernar, suponen un fracaso para la derecha europea, algo infrecuente en los últimos tiempos, según los analistas.
El socialista Pedro Sánchez parece perfilarse como el candidato más viable para la investidura presidencial. A pesar de haber perdido las elecciones, Sánchez podría intentar renovar su mandato con el respaldo de otros partidos en una segunda ronda parlamentaria en la que solo necesitaría la mayoría simple.
Pero no lo tiene fácil, ya que Sánchez necesita el voto de los nacionalistas vascos y catalanes. Los vascos parecen más dispuestos a apoyarle, pero los catalanes exigen negociaciones que se escapan de la competencia de Sánchez, como seguir avanzando hacia la celebración de un referéndum de independencia, además de la amnistía para los separatistas que están prófugos en Europa.
El partido Junts, que lidera desde su exilio en Bélgica el expresidente catalán Puigdemont, es el que más trabas puede poner a la investidura.
Puigdemont y otros dirigentes independentistas exiliados se han librado hasta ahora de la detención, gracias a la justicia europea y su condición de eurodiputados, pero están siendo perseguidos por los jueces españoles que planean reactivar las órdenes de captura en su contra, lo que sin duda complicaría la investidura de Sánchez.
Puigdemont, la llave en Bruselas
El líder independentista está procesado en España por malversación de fondos públicos y desobediencia. La justicia española tuvo que retirarle en enero el cargo de sedición, que le podría haber acarreado una pena mayor en caso de ser finalmente juzgado, tras una reforma del Código Penal que suprimió este delito.
El gobierno regional secesionista que dirigía Puigdemont en Cataluña trató de separarse de España en 2017 organizando un referéndum de autodeterminación, prohibido por la justicia, al que después siguió una efímera declaración unilateral de independencia por parte del parlamento regional.
Madrid suspendió entonces la autonomía de esta rica región del noreste de España, mientras los líderes independentistas eran arrestados o se marchaban al extranjero.
Nueve de ellos fueron condenados a penas de hasta 13 años de prisión en 2019, antes de que el gobierno de Sánchez les indultara en 2021.
Entretanto, falta todavía el recuento final del voto exterior lo que podría alterar la aritmética parlamentaria.