Es fundamental el apoyo a la Policía Nacional Haití

Apoyar a unas fuerzas policiales sin capacidad para enfrentar a las bandas armadas es el paso que se debe dar en Haití, mientras la comunidad internacional no decide quién lideraría una misión extranjera, consideró el politólogo haitiano Joseph Harold Pierre.

“No tiene municiones, no tiene armas, no tiene nada. No tiene absolutamente nada”, afirmó Harold Pierre, consultado sobre los pasos que debe dar la comunidad internacional para ayudar a Haití a salir de su crisis de seguridad y también política.

El gobierno haitiano también ha pedido a la comunidad internacional más apoyo para fortalecer a su fuerza del orden y hacer frente al rápido deterioro de la seguridad, debido a las bandas armadas que secuestran y aterrorizan a la población.

Para ello se creó un fondo colectivo, administrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para que los Estados miembros brinden un mayor apoyo a la Policía Nacional de Haití y ayudar a abordar los desafíos a los que se enfrenta.

Sin embargo, el líder de opinión en Haití estimó que dicho fondo no ha sido suficiente y especificó que los vehículos blindados que llegaron el año pasado al país fueron comprados por el Gobierno haitiano, no donados.

Justo ayer jueves el medio haitiano Le Nouvelliste informó que el pedido de 18 vehículos blindados todavía no se ha completado, a más de seis meses del anticipo de más de 12 millones de dólares pagado a la empresa canadiense ProFound Corporation por parte del Estado haitiano.

Los argumentos de la compañía en el retraso es la situación en Ucrania que está creando una “agitación en el mundo”. El embajador canadiense en Haití, Sébastien Carrière, desligó al Gobierno canadiense, pues especificó que se trata de una transacción privada.

Pero los vehículos han llegado a Haití a través de aviones militares canadiense. Al respecto, el embajador Carrière explicó al medio local que se hizo así para evitar demoras adicionales y apoyar a la Policía Nacional en su lucha contra las bandas armadas.

Haití atraviesa una crisis en todos los niveles, sobre todo de violencia. Ahora el brote del cólera y una crisis política tras quedarse a principios de año sin representantes electores al terminar el período de los restantes 10 senadores.

La semana pasada el país vivió momentos de tensión cuando los agentes policiales salieron a las calles a protestar por la muerte en un día de siete compañeros de armas, un ejemplo de la escalada de violencia en el país caribeño. También atacaron la residencia del primer ministro, Ariel Henry.

Según un informe del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, la Policía haitiana estaba compuesta, al 31 de diciembre del año pasado, por 14,861 agentes.

Quitando las altas tasas de deserción, las suspensiones temporales en espera de investigaciones administrativas y otras ausencias, la dotación operativa se acerca a un poco más de los 13,500 efectivos, con unos 9,700 disponibles para desempeñarse como oficiales en servicio activo.

Estados Unidos también se ha comprometido con el apoyo a la Policía Nacional de Haití a través del fondo colectivo. El país norteamericano mantiene a Haití todavía en un embargo de armas desde la década de los años 90, que se levantó parcialmente en el 2006 para las exportaciones de armas a las fuerzas de seguridad haitianas para así enfrentar también a las bandas armadas.

“La opción ideal es que haya una intervención militar robusta y eso implica mucha estrategia, muchísimo dinero y, sobre todo, el apoyo de la población haitiana. No hay interés, no hay estrategia, no hay nada. Y, sobre todo, no hay voluntad de la comunidad internacional, y tampoco va a haber el apoyo del pueblo haitiano. Es decir, es bastante complicado”, dijo Joseph Harold Pierre.

El Consejo de Seguridad de la ONU tiene que responder a la solicitud de asistencia de seguridad internacional del gobierno haitiano realizada el 7 de octubre de 2022 y al informe del secretario general que recomendó el despliegue de una fuerza multinacional en Haití.

La crisis política

El también economista Joseph Harold Pierre consideró que la crisis política “no es menos complicada” que la de seguridad, por lo que propone que, para salir de la situación general en Haití, el primer paso es que exista un consenso en la sociedad, sobre todo entre el gobierno y la oposición, representada por el Acuerdo de Montana.

“Es el consenso que dará legitimidad al gobierno para tener apoyo de la comunidad internacional para apoyar a la Policía, que es el segundo paso”, indicó Harold Pierre, al indicar que el último paso sería la celebración de elecciones.

Ariel Henry, primer ministro de Haití, realizó en diciembre pasado un acuerdo en el que estableció que dejará el puesto en febrero de 2024. Para el analista Harold Pierre, esto no representa un consenso, porque no está la oposición representada por Montana.

El politólogo reconoció que el Grupo Montana “ha cometido errores”, pero entiende que con la renuncia del exsenador Steven Benoit, designado primer ministro por el Acuerdo de Montana, el consejo de transición está mostrando su disposición para dialogar con el gobierno haitiano que es respaldado por la comunidad internacional.

Graciela Cuevas

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Graduada de Comunicación Social mención Periodismo en la UASD. Tiene experiencia trabajando en periódicos impresos y digitales, también en la producción de programas radiales.