"Journaling", una técnica para conquistar el bienestar
Escribir en un cuaderno nuestros sentimientos y deseos nos permite mirar hacia nuestro interior, disminuyendo los efectos del estrés y la ansiedad
El bienestar es uno de los tesoros que más busca el mundo actual. Hay que recordar esos primeros días de la pandemia en República Dominicana, muchos llegamos a sentir cierta paz y tranquilidad -quitando la preocupación de la enfermedad-, fue como vivir en el Edén, sin caos, sin mayor ruido que el de los pájaros cantar, sin necesidad de movernos de aquí para allá ... sin el estrés de resolver tantas cosas en la vida personal, laboral, familiar y social. Pero como todos los paraísos que nos podamos imaginar duró poco. Rápidamente nos cayó encima todo lo que se había quedado atrás, más la angustia de los desastres, en todos los sentidos, que llegaron a causa de la crisis sanitaria del COVID-19.
El estrés y la ansiedad volvieron a golpearnos, pero esta vez hasta con intereses.
Viajar, hacer yoga o meditación, el Nesting y otras tantas soluciones han tomado fuerza y seguidores en la búsqueda por solucionar las consecuencias de tener una vida repleta de deberes y vacía de intereses o placeres. Ningunas de las anteriores han garantizado resultados duraderos. Pero continúan surgiendo técnicas tan convencionales como novedosas, como el Journaling, una práctica que persigue ofrecer equilibrio a cada uno de sus seguidores, de manera personalizada.
El Journaling abre paso para poder organizar mejor las ideas, lo cual permite sintetizarlas y así resolver mediante la escritura aquellas complejidades que existen en nuestra mente.
Su método es muy parecido al diario de la adolescencia en el que se plasman los deseos, proyectos, metas, vivencias y todo lo que el papel aguante, aunque también se puede hacer virtual. Hay quienes prefieren escribir, mientras que otros se decantan por la comunicación de los iconos, tablas, fotografías, frases o mapas para gestionar un orden entre el presente y el futuro.
En él se vale todo. Puedes dedicarlo a agradecer, organizar tu día, documentar tus emociones o situaciones diarias, desahogarte o todo lo que entiendas que te hace sentir bien.
Desde la mirada de la ciencia
Preguntamos al neuropsicólogo Oom Blanco, PhD., sobre lo efectivo que podría llegar el Journaling para tratar los efectos del estrés y la ansiedad, y su opinión es que “cualquier técnica o herramienta puede llegar a ser útil en algunos momentos para ciertos perfiles de personas, pero no siempre aplicará para todo el mundo ni en toda su integralidad”.
Para el especialista, la ansiedad y el estrés como cuadros pasajeros o estados anímicos tienden a quitarnos el control y la objetividad de nuestra conducta general, por lo que esta técnica hasta cierto punto permite que las personas pacientes ganen una visión interna de sus propias experiencias que les permite colocarse desde fuera de sí mismos y reconceptualizar esas experiencias en un contexto terapéutico adecuado.
“La práctica del journaling abre la posibilidad de reencuadrar la experiencia personal generando la posibilidad de una reorganización también del procesamiento emocional y hacer conciencia de la intensidad de aquello que se redacta para otorgarle su sentido adecuado”, expresa Blanco, mientras sintetiza que escribir las propias experiencias las saca de nuestro interior, permitiéndonos ajustarlas y paralelamente fortalece o crea nuevas redes neuronales cognitivo-emocionales de aprendizaje y por tanto de reenfoque terapéutico.
Sin embargo, a pesar de los beneficios que identifica el neuropsicólogo, éste reconoce que de ninguna manera la escritura terapéutica podría llegar a sustituir la interacción con otras personas, como la conversación. “Tocar las experiencias estresantes o traumáticas va más allá de la simple redacción de hechos, así como el acompañamiento y abordaje también trascienden una simple conversación entre amigos, que, aunque a veces resulta bastante terapéutica, no reemplaza la intención de guiar hacia la autonomía y el bienestar del paciente. Son a todas vistas, procesos complementarios naturales al contexto terapéutico por profesionales capacitados y facultados”.