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Cambios fundamentales

Se deben atender las pérdidas de las distribuidoras de electricidad, la inmigración haitiana, la delincuencia

Un día como el de mañana, el año próximo, el gobierno que resultará electo en los comicios de mayo asumirá la conducción del país durante los siguientes cuatro años. Es muy temprano todavía para predecir cuáles candidatos serán favorecidos por el voto de los ciudadanos, pero los temas prioritarios de su agenda pueden vislumbrarse desde ahora.

Es frecuente que el déficit fiscal, y el endeudamiento que provoca, figuren, con buena razón, entre los más importantes desafíos que habrá que enfrentar, para lo cual la brecha entre los ingresos y los gastos públicos, expresados como porcentaje del PIB, provee la medida más utilizada para resaltar la gravedad del problema. La asignación del 4% para la educación, también calculada en relación con el PIB, ha demostrado, sin embargo, que cuando se tienen serias debilidades institucionales, tener disponible el dinero para lograr algo – en ese caso mejorar los índices educativos – no garantiza que el objetivo se vaya a conseguir.

La solución de puntos como las persistentes pérdidas de las distribuidoras de electricidad, la inmigración haitiana, el desdén por el cumplimiento de las leyes, la delincuencia, la percepción de la función pública como botín político, la impunidad o la informalidad, requiere de bastante más que de partidas presupuestarias. Y puede ser que algunos de esos requerimientos, como son los que la inmigración implica, excedan el ámbito de nuestras actuaciones.

Centrar el debate mayormente en el déficit fiscal, por lo tanto, encierra el peligro de soslayar transformaciones que no van a ocurrir espontáneamente por sí solas, ni tampoco automáticamente porque dicho déficit haya disminuido. Si se desea avanzar en esa dirección, va a ser necesario bastante más que subir impuestos, reducir gastos y eliminar exenciones. Será preciso acometer cambios cuyos frutos no se verán de inmediato y no interesan a muchos dirigentes políticos. Si no se llevan a cabo, cualquier reducción del déficit fiscal será sólo temporal.

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Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.