En Cooperstown también prima la doble moral
En ese batallón figuran jugadores racistas, alcohólicos, tramposos, drogadictos y adictos al sexo que fueron aceptados al Salón de la Fama
En el Salón de la Fama de Cooperstown figura una lista de jugadores con hábitos y costumbres reprochables que fueron admitidos en el nicho de los inmortales sin ningún cuestionamiento.
En ese batallón figuran jugadores racistas, alcohólicos, tramposos, drogadictos y adictos al sexo que fueron aceptados al Salón de la Fama.
Ty Cobb, fue un racista notorio y junto con Tris Speaker, se vieron involucrados en artimañas para “arreglar juegos”. Cobb era un jugador bronco y como tenía muchos enemigos, dormía con una pistola debajo de la almohada, cuando jugaba fuera de Detroit. Odiaba a los negros y en una ocasión le dio una bofetada a una mujer negra porque lo saludó.
Babe Ruth, como muchos sabemos, fue un alcohólico empedernido y un mujeriego fuera de serie.
Gaylord Perry adulteraba las pelotas y Orlando Cepeda fue atrapado y condenado por tráfico de marihuana.
Alejandro Pompez promotor deportivo cubano y banquero de números (bolitero o rifero), dueño del equipo de béisbol los Cubans de Nueva York. También se desempeñó como vicepresidente de la Liga Nacional Negra.
Tim Raines confesó su debilidad por “María tan caliente y fría” y admitió que durante los juegos siempre tenía drogas en sus bolsillos y que la ingería en medio de los partidos sin que nadie se diera cuenta.
Fergunson Jenkins fue condenado por traficar con hashis, marihuana y cocaína, por lo que el comisionado Bowie Kuhn lo suspendió indefinidamente en el béisbol.
Y pregunto: ¿Qué es peor, traficar con drogas o apostar en el béisbol?.
Vamos a recordar que el sábado 29 de abril de 1978, el gran “jiteador” Pete Rose, de los Rojos de Cincinnati, bateando de primero, soltó las amarras y enseñó su poder de largo metraje en el Shea Stadium, y se cubrió de gloria cuando bateó tres jonrones en un juego (única vez en su carrera) contra los Mets de Nueva York. El primero se lo conectó al dominicano Arnulfo –Nino- Espinosa, el segundo a Mardie Cornejo y el tercero a Butch Metzger. Rose bateó de 6-5, con 4 impulsadas y 4 anotadas.
Los Rojos ganaron el desafío 14-7, donde se anotó la victoria el dominicano Pedro Borbón, 2-0, 10.32.
Rose fue acusado en 1989 de involucrarse en apuestas con resultados a favor de su equipo en función de mánager.
1981: Ponchando a Tim Wallach de Montreal, Steve Carlton, de Filadelfia llegó a 3,000 abanicados.
1986: Roger Clemens se convirtió en el primer pitcher en la historia con 20 ponches en un juego.
2004: Vladimir Guerrero batea de 5-4, su sexto jonrón y por onceava vez en su carrera dispara cuatro hits en un juego.
2005: Miguel Tejada juega su partido 778 en forma seguida, dispara su séptimo cuadrangular y el 197 de por vida.
2006: Albert Pujols establece marca de jonrones en abril con 14 en la Liga Nacional.