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El cisma de nuestro fútbol

El peso e influencia de los empresarios en el fútbol de Dominicana

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El cisma de nuestro fútbol

El sector privado más que un aliado, es un protagonista clave del fútbol dominicano. Importantes empresarios, sobre todo en los últimos años, han invertido sus capitales para hacerse de la propiedad de equipos profesionales y de academias de formación de talentos en diferentes puntos del país. Ya no son a quienes se les toca la puerta para el apoyo puntual de un evento a través de patrocinios; hoy, son parte del ecosistema de entes que habitan este deporte. Su influencia no pasa desapercibida, su peso específico es notorio. De forma estratégica han sabido articular sus intereses para hacerlos coincidir con sus proyectos, ocupando exitosamente una buena parte del poder que lleva las riendas del fútbol.

La comisión de selecciones, al menos en el papel, suponía la consolidación de una cohabitación que en esta ocasión tenía como tarea darle nuevos rumbos al golpeado presente de nuestro equipo nacional de mayores. La vara se listó bien alto, los objetivos que se marcaron fueron muy comprometedores, pero el trabajo que suponía tales resultados nunca arrancó, el proyecto nació muerto y la comunión se rompió.

Aliados estratégicos en su momento, hoy se colocan del otro lado de la acera y en medio de las desavenencias manifiestas, la selección se queda sin esos padrinos; esos quienes con otros nombres y en otras disciplinas, sí han podido intervenir trabajando para que nuestros equipos alcancen la élite mundial.

Más allá de las cuestiones políticas y económicas que suponen el manejo de una selección nacional, la realidad es que para gestionarla es preciso contar con una infraestructura especial de un capital humano y una logística con las que actualmente no se cuenta. Además, el dinero que se recibe de la FIFA no es suficiente para sostener un proyecto de selecciones que aspire a sacarnos de donde nos encontramos y avanzar.  

El cisma por el que atraviesa nuestro fútbol es para preocuparse. Una crisis que también impacta mucho en lo deportivo fruto de una serie de decisiones que es evidente que no han salido bien. El margen de tiempo para recomponerse es muy corto, sumar nuevas confianzas en el sector privado es una tarea desafiante pero necesaria, lograrla supondría un alivio, una pasadita de manos al menos, pensando en Trinidad, Montserrat y Barbados. Porque luego de lo ocurrido la semana pasada, cuesta creer que exista un verdadero proyecto y, hasta tanto esto no ocurra, Neveleff o el que venga seguirá haciendo de tripas corazón.

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Apasionado del fútbol en todas sus facetas.