Ingeniero Kroos
Juan José Lahuerta
Madrid, 16 dic (EFE).- Karim Benzema, con sus dos goles al Athletic, acaparó casi todas las portadas de la cuarta victoria consecutiva del Real Madrid, que sacó adelante un partido complicado con otro nombre propio con algo menos de visibilidad pero clave en el buen momento que vive el club blanco: Toni Kroos.
El centrocampista alemán es uno de los 'culpables' de la resurrección del conjunto madridista, que hasta hace algo más de una semana era señalado por su incapacidad para generar de forma consecutiva resultados y buen fútbol.
Los frenazos ante el Shakhtar (2-0) en la Liga de Campeones y frente al Alavés en LaLiga (1-2), hicieron saltar las alarmas de un equipo que vivió una semana intensa en la que se jugó toda su credibilidad para salir con éxito del órdago.
Primero, el Real Madrid ganó al Sevilla (0-1) con un gol en propia meta del portero marroquí Yassine Bono; días después, con la clasificación en juego para los octavos de final de la Liga de Campeones, logró el primer puesto de su grupo tras ganar 2-0 al Borussia Mönchengladbach; y, finalmente, se exhibió ante el Atlético con otra victoria (2-0) con la que volvió a creer en LaLiga.
El choque frente al Athletic era el de la confirmación. Desde el último tramo del pasado curso, en el que el equipo de Zinedine Zidane acumuló hasta diez triunfos consecutivos en Liga, el Real Madrid no encadenaba cuatro victorias seguidas. El equipo de Gaizka Garitano iba a poner a prueba al del técnico francés.
Y entonces, como en los anteriores envites de la semana, apareció la figura de Toni Kroos, inmensa en una primera parte excelsa marcada por la expulsión de Raúl García por doble amonestación a los trece minutos. La salida del combativo jugador del Athletic fue vital para la victoria de un equipo que no lo estaba pasando bien en el primer tramo del encuentro.
El Athletic pasó de presionar al Real Madrid en las mismísimas inmediaciones de la portería defendida por Thibaut Courtois a encerrarse alrededor de su área con dos líneas de cuatro más Iñaki Williams para dejar a los hombres de Zidane sin huecos.
Kroos no se escondió y durante el acto inicial dio una exhibición que abrió el camino de la victoria a su equipo. Los datos son incontestables: fue el jugador que más remató, lo hizo en tres ocasiones; completó 53 pases de 55 intentos, récord de la primera parte; obtuvo el cien por cien de duelos ganados (tres de tres); provocó la expulsión de Raúl García y logró el mejor registro de recuperaciones con seis.
Después, sobre la bocina, añadió a sus brillantes estadísticas un golazo marca de la casa. A los 46 minutos, apareció por el balcón del área para recoger un servicio del brasileño Vinícius que envió a la red de la portería de Unai Simón con un golpeo imparable.
La fuerza del zapatazo de Kroos no estuvo exenta de la elegancia y de la colocación que caracterizan los disparos del medio alemán desde fuera del área. Su primer tanto en la Liga fue una bella obra digna de un artista amante de la fuerza y la precisión que ha conseguido desde lejos ocho de los veinte tantos que acumula desde que llegó al Real Madrid.
Después, en la segunda parte bajó el nivel y Benzema se encargó de rescatar a sus compañeros del acoso del Athletic. Pero para el recuerdo dejó un primer acto coloso en el que demostró que es el mejor trazando líneas por todo el campo. El ingeniero Kroos dio una lección magistral para impulsar al Real Madrid hacia su cuarta victoria consecutiva. EFE